domingo, 29 de julio de 2012

38º Automovilista

Un amigo me presentó la siguiente escena:

En un pueblo, mientras un despreocupado peatón cruza la calle de manera tranquila y relajada se produce un corte eléctrico que deja a todo el pueblo sin luz eléctrica. Gracias a esto, el peatón no logra percatarse que a la distancia se acerca rápidamente un automóvil que tiene las luces apagadas y cuyo conductor trae su radio prendida a tal volumen que no logra escuchar lo que ocurre fuera del vehículo. Considerando que el cielo en ese momento se presenta sin luna, todo parece indicar que ocurrirá una gran tragedia y que el automovilista arrollará al pobre peatón. Pero justo en el momento en donde el conductor pareciera que no puede hacer nada para evitar el accidente disminuye la velocidad y se detiene delante del peatón que termina de cruzar la calle totalmente ileso.

La pregunta es: ¿Cómo se percató el conductor de la presencia del peatón si en el pueblo no había luz artificial que iluminara la calle y ni luna que la remplazara?

Respuesta:


La verdad es que para poder ver al peatón no necesitaba ni la luna ni la luz artificial puesto que era de día y el sol suministró toda la luz necesaria para que el conductor evitara el accidente.